Hola
Llevo 5 años de matrimonio. Mi mujer es una bella morena de ojos enormes, pestañas infinitas y grandes senos. Inteligente, educada, muy femenina. Tiene treinta y nueve años, más bien curvy, pero desde luego una preciosidad.Hace casi un año tengo fantasías cuckold con ella y otro hombre. Me excita muchísimo imaginar a otro hombre penetrando a mi mujer. Pensar cómo gemiría y disfrutaría. Y eso me excita tanto porque ella está muy buena, es realmente sexy. Y verla siendo la tercera persona es algo en lo que no paro de pensar. En una gran polla penetrándola y ella cerrando esos ojos enormes de placer. No soy bisexual, ni se me ocurriría ni apetecería jamás tocar a ese otro hombre. Mi pene es más bien pequeño, eso sí. Y pienso que ella se está perdiendo algo mucho mejor. Pero no quiero ser humillado ni nada parecido, ese rol no me va. No más allá de que ese otro hombre se acueste con ella. Mi particularidad es que no me gustaría en ningún caso que ella y él se acostaran sin estar yo presente: lo que quiero es masturbarme viéndola gozar. El que se acostara con otro no estando yo presente, no es una idea que me atraiga y no me gustaría. Por eso creo que mi perfil no es el habitual cuckold. Ni humillación, ni bisexualidad, ni cuernos sin mi presencia. Soy un bicho realmente raro.
Esto es algo muy confuso para mí porque quiero a mi mujer, la amo. He tenido una niña con ella hace dos años. Pero cada día pienso en verla con otro hombre en la cama. Y me masturbo pensando en ella con lencería, deslizando su suave piel sobre otro cuerpo, follando con otro. Una y otra vez. En sus enormes senos disfrutados por otras manos. En los húmedos labios de su vagina deslizándose sobre otro pene enorme.
No sé por qué me pasa esto. Son pensamientos que van contra el sentido común: arriesgar tu más preciado tesoro, ponerlo en manos de otro. No entiendo lo que me pasa. Cualquier amigo al que le contara esto me diría que si estoy loco. O peor aún: que si soy estúpido. No creo que nadie en su sano juicio con una mujer de bandera por esposa quisiera compartirla voluntariamente. ¿Eso dónde me coloca a mí? Es un sinsentido...Me voy a volver loco, pero lo peor es que no sé qué hacer al respecto. Porque esta idea es algo que no sale de mi cabeza.Cuando tienes algo en mente a lo que no paras de darle vueltas, lo normal es hacer algo al respecto. Si es factible, lo pones en marcha. De lo contrario o intentas hacerlo posible o abandonas la idea.Mi problema es que me niego a abandonar la idea pero, desde luego, lo veo muy difícil.
La fotografía de mi mujer aparece en el diccionario junto a la palabra Puritana. Su familia es del Opus Dei, es conservadora, muy tradicional. Me costó meses que me hiciera una felación. Años que se hiciera la depilación brasileña. Y también me costó mucho que viera escenas eróticas como parte de los preliminares. Pero bueno, al menos esa pequeña evolución es lo que me da algo de esperanza. Y que no es una monja: cuando ve un chico guapo por la calle, discretamente le mira...Ella disfruta mucho del sexo conmigo y chorrea cuando cabalga. Qué sería con un buen pollón…Hasta ahora ni se lo he planteado. Llevo meses pensando en la estrategia a seguir, pero no quiero mostrarle mis cartas por miedo a obtener un NO rotundo demasiado prematuro. He pensado en proponérselo, como he leído, mientras hacemos el amor y ver si le excita la idea o no…Pero tengo miedo a que si hasta en ese momento de “debilidad” lo rechaza luego sea mucho más difícil volver sobre la idea. Hace tiempo leí que el buen timador consigue que el timado sea el que le ruegue que le time sin saberlo. Mi situación no tiene nada que ver con eso, pero pienso que el concepto puede ser el mismo.
Si has llegado hasta aquí, gracias por tu paciencia. Sólo te pido, desde tu experiencia, cualquier consejo que tengas a bien darme para conseguir mi objetivo. Ni tengo idea de cómo conseguirlo…ni siquiera cómo encontrar un corneador que sea de fiar, tanto a nivel de salud o higiene como de personalidad…Tengo muy claro que prácticamente debería conseguir que sea ella la que me lo proponga…es decir, creo que finalmente ha de seducirle la idea a ella tanto como a mí. Lógicamente, ella decide. El problema es que no sé cómo despertar ese interés en ella. Y, si siquiera, si esto es posible…
Gracias.